Cuando comencé a incursionar en el mundo del té creía que preparar una taza de té consistía simplemente en calentar agua, poner las hojas a infusionar durante unos minutos y listo, sin embargo, con el tiempo fui aprendiendo que la preparación del té es todo un ritual en el cual cada paso tiene un por que de ser y te invita a conectarte con el momento presente a través de toda una experiencia sensorial.
Si te preguntas en que consiste este ritual y que es lo que hay que considerar aquí te platico un poco más:
Existe una temperatura ideal para cada variedad de té y un tiempo de infusión determinado dependiendo de cada variedad, si respetamos estos parámetros podremos apreciar notas sutiles que hacen de cada variedad de té algo especial y diferente.
Por ejemplo el té blanco es más suave, puedes llegar a apreciar un sabor a durazno y un toque de dulzor en le paladar, un Oolong puede tener notas de flores y miel, así como otros pueden ser más amaderados o astringentes. El preparar el té de manera correcta te permitirá apreciar estos sabores y disfrutar
muchos más de esta bebida, además de que estarás obteniendo el 100% de sus beneficios al hacerlo de manera correcta, por el contrario, si no cuidamos estos detalles obtendremos sabores mucho más tenues o demasiado cargados lo que hará de nuestro té algo insípido o bien tendrá un sabor desagradable al paladar.
Vamos a ver algunos principios básicos a considerar que harán que disfrutes cada té de manera correcta y así poder apreciar mejor esta maravillosa infusión:
Lo primero será elegir nuestro té, siempre recomendamos té en hebra ya que esto te permitirá obtener mejor calidad de hoja y las características básicas de los diferentes tipos de tés como son el enrulado, corte, oxidación, etc. La mayoría de las veces los tés que compramos en bolsitas en el supermercado están ya procesados y tienen saborizantes artificiales por eso entre mejor calidad tenga la hoja mejor.
Lo segundo es utilizar la cantidad de hojas correctas, se recomienda utilizar 2 gramos por cada taza, equivalentes a una cucharadita. Muchas veces cometemos el error de creer que más es mejor, pero este no es el caso, si utilizas infusor cuida de no llenarlo demasiado ya que al hacerlo no permitirás que las hojas se humedezcan por completo impidiendo que estas se abran y de esta manera liberen todo su sabor.
Lo tercero será elegir el agua con la que vas a infusionar las hebras, ya que puede tener substancias que alteren el sabor de nuestro té, si lo piensas el agua es el cuerpo de nuestra bebida, por lo que tiene una importancia mucho mayor a la que normalmente le damos. Lo más recomendado es utilizar agua mineral de manantial con un contenido medio de minerales, también puede ser agua filtrada o bien purificada, procura evitar agua de la llave ya que suele contener cloro u otros químicos al ser tratada.
Como dije al principio, la temperatura del agua y el tiempo de infusión son 2 aspectos fundamentales que debemos cuidar ya que de esto dependerá que las hojas liberen esas notas de sabor que caracterizan a cada variedad y las hacen únicas y deferentes a las demás. Pero sabes a que se debe esto? La respuesta está en los taninos que se encuentran presentes en cada hoja, muchas de las cualidades sensoriales de nuestro té dependen de esta sustancia, tales como el color, sabor y la potencia.
Los taninos son los responsables de la astringencia que sentimos muchas veces al beber una taza de té, ese sabor amargo o de sequedad.
Si la temperatura es demasiado baja o si dejamos poco tiempo de infusión, obtendremos una bebida con poco sabor, por el contrario, si la temperatura es muy alta o si dejamos demasiado tiempo nuestras hojas en el agua, los taninos liberados en exceso harán demasiado amargo el sabor por lo que no se apreciara su verdadera complejidad.
Un ejemplo claro de esto es que cuando infusionamos un té verde con agua
demasiado caliente o durante mas tiempo del recomendado suele provocarnos nauseas, esto es por el exceso de taninos liberados.
Te mostramos esta tabla en la que se presentan los tiempos y temperaturas adecuadas para cada variedad:
|
Tipo de té |
Gramaje |
Temperatura |
Tiempo |
|
Blanco |
2 gramos |
80 °C |
3 minutos |
|
Verde |
2 gramos |
75 °C |
2 minutos 30 segundos |
|
Oolong |
2 gramos |
85 °C |
3 minutos |
|
Negro |
2 gramos |
95 °C |
4 minutos |
|
Pu Erh |
2 gramos |
95 °C |
4 minutos |
Lo ideal es contar con una tetera eléctrica que nos permita regular la temperatura del agua o un termómetro para poder medirla, pero es muy frecuente que no contemos con ninguno de estos 2 elementos, así que te
doy un consejo que seguramente te será de gran utilidad, haz hervir el agua, apaga la llama y deja reposar la tetera destapada, en teoría la temperatura ira descendiendo unos 5 grados cada minuto, es decir que para los tés negro y Pu- erh deberemos esperar un minuto antes de agregar las hojas, 2 minutos para los oolong y blancos y unos 3 minutos para los verdes.
Ahora que ya sabes estos consejos espero que tu próxima taza de té te regale nuevos sabores y que continúes igual que yo aprendiendo cada día mas de este maravilloso mundo.
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